Una vez me enamoré de una ministra peruana porque la vi haciendo fila para que Roberto Bolaño le firmara un libro. ¿Cuándo se ha visto que los ministros hagan fila? Por: Semana Hace ya muchos años yo tuve una esposa que cuando se ponía brava conmigo me mataba un perro. Quiero decir que hervía una salchicha, la sumergía en salsas rojas y amarillas, trituraba un puñado de papitas de bolsa, y la comida resultaba ser el más deprimente de los perros calientes. Hace muchos más años todavía, cuando mi mamá estaba harta de cocinarles a un marido machista y a media docena de hijos malcriados, nos mataba un huevo por la noche: un par de huevos tibios sobre el arroz blanco. Esas comidas, para mí, tenían sabor a castigo. Hasta que una noche descubrí, viviendo solo, que si uno se sirve una salchicha con mostaza, que si uno pone un par de huevos fritos sobre el arroz blanco, y lo hace todo con sus propias manos, esas comidas son buenas y saben a victoria. Yo no conozco a Nicanor Restrepo,...